abril 22, 2014

Champiñones. Alimentando el sistema inmune.



El mayor beneficio de los champiñones radica en la ergotioneína, capaz de aumentar la eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo protegiéndolo contra los procesos tumorales.
Este humilde ingrediente de ensaladas y guisos se reivindica ahora como potente antioxidante y esencial para el sistema inmune.
Investigadores chinos y estadounidenses afirman que es la fuente natural más rica en ergotioneína. Un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition da fe del potencial antioxidante de los rústicos champiñones y apunta que el beneficio que su consumo conlleva en la salud podría trasladarse al ámbito de la inmunidad y los cánceres.
Ergotioneína:
El mayor beneficio de los champiñones sobre la salud, suscriben los autores, radica en la ergotioneína, un aminoácido de origen vegetal que abastece de energía (ATP) a las mitocondrias celulares, aumentando el grado de eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo. El resultado es una mayor producción de CO2 y menor fabricación de ácido láctico.
A la par, la ergotioneína actúa en el organismo como poderoso antioxidante, cuyos efectos son particularmente apreciables en el hígado, el cristalino de los ojos y los glóbulos rojos (protege a la hemoglobina de la oxidación).
Si una de las fuentes más características de dicho aminoácido es el germen de trigo, Wu y colaboradores han mostrado en su trabajo que los champiñones poseen doce veces más ergotioneína que el subproducto cereal.
Apuntes históricos:
Los tratados gastronómicos atribuyen a los franceses el origen del cultivo del champiñón y su empleo culinario desde hace menos de tres siglos. Pero lo cierto es que este hongo se cultiva en todo el mundo, y los chinos llevan empleándolo desde los inicios de la historia, unos mil años atrás. Además, el consumo de setas es conocido desde la prehistoria. Los egipcios las usaban bajo la creencia de que proporcionaban ya no inmunidad, sino inmortalidad. Los romanos, más terrenales, se recrearon en sus especuladas propiedades afrodisíacas y relegaron el consumo de setas a una exquisitez propia de las clases sociales de mayor rango.