La alcachofa tiene, entre otras propiedades, el conseguir que el hígado se recupere a sí mismo mas rápidamente.
En las patologías del hígado, además de seguir el tratamiento médico prescrito por su especialista, es importante cuidar la alimentación. Entre los alimentos beneficiosos en estos casos destaca la alcachofa, ya que se compone de sustancias que a pesar de encontrarse en pequeñas cantidades están dotadas de notables efectos fisiológicos.
Cinarina: actúa sobre las células del hígado aumentando la producción de bilis (efecto desintoxicante) y provocando mayor excreción de orina.
Cinaróxido : con acción antiinflamatoria.
Ácidos orgánicos: potencian el efecto de los 2 compuestos anteriores.
Esteroles: ayudan a disminuir el colesterol.
Otros compuestos: fibras que favorecen el tránsito intestinal, y minerales como el manganeso.
Entre las propiedades terapéuticas de la alcachofa destaca su capacidad de regular la formación y salida de bilis. Ejerce acción reguladora sobre el riñón ya que favorece la eliminación de agua y sustancias de deshecho. Por eso esta indicada para todas las enfermedades funcionales y orgánicas de hígado, vesícula biliar y vías biliares así como para los trastornos de los órganos digestivos que de ellas deriven. Una infusión de alcachofa ayuda a que se recupere en caso de padecer alguna enfermedad hepática, como la cirrosis o hepatitis.
Es importante que el consumo sea constante para conseguir dicho efecto.